En Bélgica y de Bélgica adopté los días grises y los inviernos helados que parecen no terminar. Los días muy cortos y las noches eternas de enero. Los trenes, los amigos internacionales, los cursos de francés, los productos "bio". Esas y tantas cosas más.
Estar en México me hizo pensar en mi vida como un rompecabezas. Mi ser dividido en partes. Mi corazón amando a la distancia y siendo amado en Bélgica.
Mi vida hecha un rompecabezas. La vida que un día pedí y cuyas características no puede anticipar.
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