Suena poco creíble, pero después ver la zona más elegante de la ciudad y la nieve cubriendo las calles, los fuegos artificiales que anunciaban 2009 llegaron justo cuando yo abría la puerta del estudio. Qué lejos estaba de imaginar que pasarían tantos años (casi 6.5 a la fecha).
Tampoco me hubiera imaginado que estaría solicitando la nacionalidad. Ayer fue el caso. Hará falta esperar unos meses más. Quizás llegue con el aniversario de 7 años. O quizás no.
Todo este tiempo en Bélgica no ha sido en vano. He estado y sigo lejos de la familia y de esos amigos que uno elige para toda la vida. Muchas cosas importes han pasado en México mientras yo estoy lejos (en cada sentido imaginable), pero las cosas que he aprendido son imposibles de explicar. Vivir en Bélgica fue durante un tiempo una prueba de resistencia al dolor y a la soledad y ha sido también el lugar en el que me curé.
Mientras todas esas cosas pasan allá, mi vida en este país parecía a veces transcurrir en cámara lenta. Quizás porque durante un tiempo estuve terriblemente sola. Tuve que aprender a estar conmigo, solo conmigo.
Apenas hace un par de años llegaron las chicas, comencé los cursos de francés de manera regular y me atreví a conocer gente. Tomó muchos meses, varios errores, y algunas desilusiones. Finalmente Jo llegó y con él, una fotografía mucho más amplia y hasta colorida de Bélgica. Hoy estoy en esa fotografía, abrazada de él.
Con los ojos no te veo
Se que se me viene el mareo
Y es entonces cuando quiero salir a caminar
Con los ojos no te veo
Se que se me viene el mareo
Y es entonces cuando quiero salir a caminar
Con los ojos no te veo
Se que se me viene el mareo
Y es entonces cuando quiero salir a caminar
Con los ojos no te veo
Se que se me viene el mareo
Y es entonces cuando quiero salir a caminar
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