Lo que recuerdo con más precisión son los cumpleaños de la adolescencia. Con muchos "regalos" (de todos los tamaños, precios y formas). Recuerdo hacer un inventario de todas las cosas que me iban regalando: una tarjeta de Garfield, osos de peluche, llaveros, cosas invaluables!!! 😃 Tantos regalos!!!!!
Nunca tuve fiestas de cumpleaños incomparables. Serían reuniones pequeñas con la familia y alguno que otro amigo. Era difícil porque mi cumpleaños caía en vacaciones de verano, por lo que no había escuela y por lo tanto, contacto con los "amigos". Eran otros tiempos y con suerte, uno tenía el número de teléfono de uno que otro compañerito de clase.
Después vino la prepa y la universidad. Un puñado de amigos y la familia eran parte de la celebración, siempre pequeña, siempre discreta.
Nunca me han faltado las felicitaciones y los buenos deseos. Nunca me han faltado mi familia y los amigos de muchos años.
Después vinieron Argentina, España y ahora Bélgica. Un puñado de nuevos amigos y más felicitaciones. A veces fueron llamadas desde Argentina, luego algún SMS desde otro país que no fuera México y ahora son mensajes de whatsapp, instagram y facebook de muchas de las personas que he cruzado en el camino de mi vida. El puñado "de siempre" (familia y amigos) y otras tantas que he tenido la suerte de conocer.
Ahora, a los 41 y un poco contra mi propia voluntad, me toca celebrar en Bélgica, con los "míos de acá". Otra vez una celebración pequeña, con "muchos" regalos. Con mucha suerte de ser amada, pero siempre extrañando a los "míos de allá".
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