37 años. Hace 31 que me subí por primera vez a una bicicleta. El domingo pasado fue la segunda vez.
Usando la bici de Cami, con miedo y esa sensación de no poder controlar la velocidad, pero salió "bien". Fui por ahí, rodando de un lado para el otro, pero me atreví y me sentí muy contenta después. Quiero hacerlo otra vez.
Así, a mi paso ultra lento, me doy cuenta de que en la vida no dejamos de avanzar aunque nuestro entorno cambie.
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