Coincidencias

El fin de semana leí algo que me puso a pensar en las coincidencias. Pensé en lo pequeño que puede ser el mundo y en como los seres humanos compartimos sensaciones, códigos, heridas, etc. La coincidencia era una imagen y el texto escrito sobre ella. De repente conectó con información muy íntima y códigos que tenían un significado muy grande para mi.

Una coincidencia que me hace pensar en los millones de corazones en el mundo, sus millones de anhelos, desilusiones, dolores, sonrisas y esperanzas.

Cuando camino por la calle en medio de otros, suelo pensar en estas cosas y en como cada una de esas personas es un universo infinito de sensaciones, sentimientos, complicaciones. Seguro que por esa razón las coincidencias no lo sean tanto. Quizás sólo sean patrones compartidos, cosas aprendidas o reacciones necesarias de nuestros espíritus. Quizás sólo seamos piezas similares de un gigantesco rompecabezas.

The ice cream truck

I don't think that we have an ice cream truck in my country, but we used to have a number of different sounds that announced some sort of local sweets on Sundays.

Sundays have always had a special meaning for me. (I kind of like even more Mondays than Sundays, specially Sundays after lunch time). Sundays meant a number of things when I was a child, but also they were closely related to sweets or some sort of treat.

I was doing nothing today when I heard the ice cream truck with this sort of strange melody. I don't know if the kinds around identify that music on the way that other generations did. I was told once that it kind of meant a lot for earlier generations in the US.

A strange idea came across my mind: perhaps in this life happiness is like the ice cream truck or the local signals of sweet treats on a Sunday afternoon in my own country: it comes in specific seasons or just for a brief period of time every Sunday. Perhaps happiness needs to be followed by a Monday (by the lack of hapiness) so it can still mean something special.

Someone gave me once a lucky clover little pocket card that says: "Remember that happiness is a means of travel, not a destination". Maybe that is the reason for those child memories when an ice cream truck or the sounds announcing local sweet treats would made our day when we were just childrens, when we had very few things to worry about and when life was way easier and happiness was there, in every little thing and not over there, unreacheable.

De los males, el menor

I wonder if at this stage I can express complex things or thoughts in English. It has been 2 years and a half working in English and living in God knows what other language since my French is that bad the people here normally preffer if I speak in English to them. I will give it a try on this post.

Out of all the bad things, the least bad. That would be the title of this post. Quite often I tend to see the bad things in my life as the least bad compared to other people that are not as lucky as I am. If something goes wrong, I kind of think about extreme situations that many other people is going trough and I know that I'm ok and that everything will be fine again.

I guess this is silly on the eyes of others, but we do really need to be able to recognise the good things, perhaps basic things, that many others cannot have.


Out of the bad things, the least bad is what I have being experiencing. Not because I did not cry or not because I did not feel like sleeping forever to stop feeling hurt. Not because I'm a super woman, nor because things were not important... I just decided to take things that way.

Out of the bad things, the least bad because I'm not completely alone and because there is people outhere that cares and loves me and thats's more than enough reason to choose that approach.

Out of the bad things, the least bad because I will not surrender to the many challenges of personal or professional life. They will not beat me to the point of making me give up. Those things will hit me hard, but I will get over it and re born out of the ashes.

Out of the bad things, the least bad because I still love myself enough to continue this fight.

Changing

Es chistoso como aun cuando yo me resisto a cambiar, todo a mi alrededor cambia. Esta mañana la vida ya cambió y tendré una nueva rutina. Tendré que conocer una nueva zona, las alternativas, las mañas y los trucos. Tendré que levantarme un poco más temprano, pasar más tiempo en el transporte público, etc.

Yo me resisto a cambiar, pero la vida me está cambiando todo el tiempo. Nuevas caras, nuevos sentimientos, nuevas necesidades, nuevos planes o nuevas expectativas. Uno quisiera no tener que cambiar, uno desearía poder continuar rodeada de ciertas personas, de ciertos ambientes, pero la vida está cambiando todo el tiempo y nos lleva con ella por nuevos caminos.

Bienvenido el cambio pues. Fuerza para que sea todo para mejor.

Un raro ejercicio

A veces me veo desde arriba, como si de una película se tratara. Me veo haciendo este ejercicio que jamás me imaginé: mantenerme cuerda en un mundo artificial como en el que vivo desde hace dos años y medio.

Cuando tomé la decisión de venir aquí, no sospechaba que tendría una vida como la que tengo. No sabía que tendría que mantener el equilibrio y forzarme a "estar bien". No sabía que la vida tenía ese desafío para mi.

Cada día me sorprendo a mi misma haciendo lo cotidiano, siguiendo una rutina a la que le sonrío mitad por convicción, mitad por salud mental. A menudo pienso en la delgada línea que separa los dos lados de la vida y me aferro a la parte que conozco, a la parte que todos llamamos "cordura".

No siempre entiendo lo que estoy haciendo aquí, pero recuerdo claramente que la misma sensación la he tenido en otros lugares. Es muy díficil entender el propósito de nuestro existir. Es muy complicado que todo tenga sentido u objeto.

Por eso sigo y seguiré con este extraño ejercicio de auto-compañia, de auto-consejo y de auto-cordura.

Frecuencias diferentes

Hace tiempo que tengo en mente esto de las "frecuencias diferentes" que en esencia quiere decir que dos personas a pesar de haber coincidido en un momento de la vida y haber compartido, están en diferentes situaciones emocionales que no coinciden.

Parece que entre los hombres estar en otra frecuencia es una de las razones comúnes para no comprometerse o para justificar sus fallas.

Ha sido una larga lista de intentos fallidos en los que la otra parte declaró estar en una frecuencia diferente a la mía. Pasado un tiempo, uno acepta de mejor modo esa razón y prácticamente se agradece no haber tenido que perder más tiempo con alguien cuyas necesidades emocionales son diferentes a las propias.

Es un esfuerzo grande tener que entender que personas con las que aparentemente tenemos vínculos "especiales", no tengan las mismas necesidades que uno... duele y decepciona, pero supongo que siempre será mejor cuando "estar en frecuencias diferentes" nos ahorra un poco de tiempo, esfuerzo y dolor.

Que lástima que las frecuencias diferentes puedan traducirse también como una falta de compromiso, como una falta de voluntad para intentar las cosas, pues al final del camino lo que hacemos en la vida es sólo intentar. A veces producto de los intentos, conseguimos consolidar cosas, relaciones, proyectos... pero sólo cuando damos lo mejor de nosotros.

Más y más lejos

Cada día más y más lejos. Cada día más y más díficil de reconocer como algo familiar, como algo cercano. Cada día más y más ajenos. Cada día más desconocido. Así de fácil se nos escurren entre los dedos los lazos, los recuerdos y los anhelos. Así de rápido.

Las horas, los días, los meses pasan sin detenerse a mirar lo que se queda en el camino. Furiosa la vida sigue. Nos toma de la mano sin preguntar si queremos seguirla y nos hace continuar, con algunas pausas, pero sin mayores contemplaciones.

Se va borrando todo, se apaga la angustia, se abren nuevas oportunidades y yo no me doy por vencida.

A veces las palabras no alcanzan

A veces las palabras no alcanzan... no sirven para describir estados emocionales, para decir todo lo que sentimos. A veces las palabras se quedan cortas porque no expresan nuestro sentir en su exacta dimensión, porque no las decimos, porque no las medimos.

Tal vez las palabras no siempre alcanzan porque no tienen un corazón que las sostenga, porque no hay convicción en quien las dice. A veces no alcanzan porque no imprimimos en ellas sentimientos, verdades.

A veces las palabras no me alcanzan para expresar lo que siento. A veces no me sirven para definir mi espíritu. A veces mejor me las callo y dejo que los eventos o los lugares hablen por mi.

Hay cosas que nadie te puede quitar

Pongo un chorrito de leche a mi chai. Llevo mucho tiempo tomando chai. Es una de esas cosas que disfruto cualquier tarde y que reconfortan mi corazón. Quizás tiene que ver con algunos recuerdos, quizás es solamente la cálida sensación de la taza entre mis manos o la manera en que el líquido cae en mi estómago. No lo sé. Pero sé que hay cosas que nadie me puede quitar.

Nadie me puede quitar el roce del viento cuando camino por cualquier calle. Nadie me puede quitar el calor del sol sobre mi espalda. Nadie me puede quitar la visión privilegiada de la cotidianeidad. Nadie me puede quitar mis lágrimas, nadie me quitará la sonrisa. Nadie va a quitarme mi esencia.

Muchas cosas cambiarán en mí, muchas ya lo hicieron. Uno aprende de las heridas y también de los triunfos. Uno va adaptado el espíritu. Integras un par de trucos por aquí y otros por allá. Vas aprendiendo lecciones que a veces se borran cuando los tiempos son mejores. A veces me aferro a esas lecciones y las convierto en reglas... reglas para protegerme a mi misma. Sin embargo, lo de fondo no cambia... no quiero que cambie.