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viernes, 6 de mayo de 2016

En la tierra de nadie

Pronto serán dos semanas. En un par de días mas serán dos semanas en que la tierra de nadie parece haberte tragado. El país en el que simulamos tener ley, pero que para efectos prácticos, no existe tal.

No saber de ti es una espera horrible y tormentosa. Las circunstancias, la sola evidencia a la fecha de lo que pudo haber pasado, da para mil doscientas historias de terror. Y nada, o ninguna de esas historias debía ser parte de tu destino. Pasan las horas y pasan sin traer una señal de ti.

En las primeras horas podría haber sido lo de siempre: mucha fiesta, un celular sin batería y el cargador en casa, un fin de semana durmiendo en casa ajena, pero así pasaron un par de días mas y después llego la única señal a la fecha de ti y de ese puta noche y entonces las cosas se ven mal, muy mal.

¿En donde estás? ¿Nos dará dios o la vida la ruta para dar contigo? Obviamente unos más que otros están padeciendo tu desaparición. Es justo decir que a unos les pega más que a otros, eso es claro y normal también.

Mezclado con la desesperación y los muchos temores, inevitablemente pienso en la puta tierra de nadie en la que se ha convertido Mexico. El lugar de gente generosa y paisajes interminables, de sabores y puestas de sol indescriptibles. Ese mismo lugar en el que tanta gente sueña con vivir, ese mismo lugar es una enorme boca de lobo, un lobo que se puede comer a cualquiera sin importar si se trata de un simple trabajador visitando a su novia.