Seguidores

viernes, 16 de noviembre de 2012

Amichi

Hace un montón de años ya. 12? Creo que inclusive más. Todos esos años y 4 viajes a tu país y a tu ciudad.

A nosotras se nos da bien "hablar" escribiendo. Cuando estamos juntas a veces simplemente estamos calladas, aunque creo que sabemos bien lo que esta detrás. Es como sentir que no es necesario llenar el espacio con palabras, chismes u otras cosas. Y no es que nuestra amistad sea extraterrestre, es simplemente "especial" dirías "vos". Yo diría que mi amistad contigo es un lugar cómodo y calientito en el que siempre me sentí protegida en Buenos Aires.

Las cosas en Buenos Aires podían ir para "el locu" para mi, pero contigo y en tu casa, con los tuyos siempre me he sentido protegida. Desde las muestras más pequeñas de cariño de tu parte y de tu mamá (sin nombres este post), hasta nuestras salidas (que no fueron tantas, pero sucedieron), pasando por conocer a tu familia, compartir las reuniones de cumples, los mates y los días de asado.

Amichi, tantas cosas han pasado desde esa primera vez que me prestaste tu cama y tu compu (primeras señales de amistad verdadera, jajajaja), y sin embargo de una u otra forma nosotras dos nos mantenemos constantes. No sé qué es lo que seguirá en la historia de nuestras vidas, pero quisiera que tú sigas estando en las páginas de la mía. A veces, cuando las circunstancias lo permiten, en vivo, pero si no, aquí... en las palabras, en el lugar en donde nos conocimos (aunque los medios vayan cambiando).

Buenos Aires fue esta vez un lugar nuevo en mi cabeza. Un lugar que conozco y que llevo en un cachito del corazón, pero ahora más que nunca esta ligado a ti, a mamá, y por supuesto a los dos hombres de tu vida. En especial al mas pequeño de tus amores: mi sobrino. Conocerlo es una de las cosas más lindas que me pasó últimamente y creo que por lo menos por ahora tipo le caí bien, solo lamento que dadas las circunstancias no nos tengamos a mano como para que lo siga malcriando. Lamento que no podemos ir de "shopping" juntas y tomar el te aunque sea un par de veces por mes, pero agradezco infinitamente tu presencia en mi vida aunque no siempre sepa expresarlo. Creo que con la edad me vuelvo menos expresiva... el viejazo!

Mirando por la ventana del auto, el remis o el avión me di cuenta de que hice las paces con Buenos Aires y que dejé de estar obsesionada e insisto, lo que hay después de eso eres tú, mi sobrino y tu mamá (y por supuesto mi cuñado y el resto de la familia). Seguramente tenían que pasar todas las cosas que han pasado y el montón de años para reconocer hoy, vía este post, que eres mi Buenos Aires y amo que sea así.

Gracias por ser mi amiga, gracias por compartir, gracias por ser una constante en mi vida de historias cortas.

Tiamo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario